1/15/2010

HOMENAJE AL MAESTRO CAÑETANO LUIS BRAMONT ARIAS

Por Bonifacio Meneses - Juez Superior de Ica
Diario Correo


ICA | Hemos recibido la noticia con profunda tristeza, el maestro Bramont Arias se adelantó en el camino que Dios nos ha fijado llevándoselo a su lar para consuelo de sus familiares y gratificación que se encuentra en las mejores manos, el arquitecto del Universo.

Hablar de Luis Alberto Bramont Arias representa para el abogado que en un momento abrazó el Derecho Penal como escuela, la satisfacción mayor de haber leído sus libros, de haber compartido sus sabias enseñanzas, de haber laborado en la Corte Suprema de Justicia de la República mirándolo como aquella estrella que el amanecer deslumbra y representa privilegio supremo haber compartido la docencia con quien resulta para la colectividad mundial el mejor penalista que dio esta hermosa tierra que los Incas nos legaron.

El discípulo más aplicado del maestro Luis Jiménez de Azua, ha partido, deja la huella imperecedera que quienes consideramos que el Derecho Penal no solo es vocación, sino convicción y apostolado debemos seguir: se recuerda con mayor entendimiento sus nutridos aportes como representante del Perú en la elaboración del Código Penal Tipo para Latinoamérica, siendo aún Diputado Primero del Ilustre Colegio de Abogados de Lima, de ahí que resulta difícil no encontrar en cualquier rincón de nuestro país un Código Penal no autorizado por este insigne personaje, cuya labor docente recaló en estas ubérrimas tierras de los Nazcas y Paracas, en efecto sus enseñanzas fueron impartidas en reiteradas generaciones de la Facultad de Derecho de la Universidad San Luis Gonzaga de Ica, donde inclusive se le reconoció como profesor emérito y doctor "Honoris Causa", la labor docente lo llevó luego a ser elegido Decano de la Facultad de Derecho de la Cuatricentenaria Universidad Nacional Mayor de San Marcos en el año 1961, su labor como docente universitario ha calado tan profundamente en el seno familiar que resultaba edificante ver a la pléyade de vástagos que se convirtieron en aquellas semillas forjadas en ese acero cuajado a fibra del calor incandescente del Derecho Penal, como en efecto se tiene de sus hijos Luis Alberto, Luis Miguel (+) y Luis Felipe inmersos no solo en la enseñanza sino en la difusión jurídica a través de las publicaciones sobre la materia, ahí está el famoso "Manual de Derecho Penal", necesario material de consulta por los penalistas que fuera escrito en sendas ediciones por el Maestro.

Hoy que nuevos tambores de progreso para el Derecho Penal y Procesal Penal suenan como el advenimiento del SPA -Sistema Penal Acusatorio- en todo el Perú, sabemos que el Maestro partió sin lágrimas ni desconsuelos y al Dios eterno le habló con el corazón y el viento de nuestro desierto; llevó su oración... Padre nuestro que estás en los cielos.

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