10/03/2011

JEFE DEL INPE RECONOCE SOBREPOBLACION DEL PENAL DE CAÑETE Y LO CALIFICA COMO UNIVERSIDAD DEL DELITO


MARIELLA BALBI
El Comercio


José Pérez Guadalupe tiene la extraña pasión de visitar las cárceles, y esto desde hace 25 años, cuando era estudiante de teología. Es criminólogo de profesión y su visión es a mediano plazo. En lo inmediato está abocado a conseguir más presupuesto e iniciar un bloqueo eficiente de los celulares en las prisiones. Merece el apoyo del gobierno y de la sociedad.

Habrá escuchado que las cárceles peruanas son verdaderas escuelas de delincuencia, desde donde se preparan secuestros, atracos…
No se puede generalizar, hay que diferenciar. Por ejemplo, Lurigancho hace dos años tenía 12.000 reclusos, hoy hay 6.000, pero está preparada para 3.200. Cuando hay hacinamiento, la rehabilitación es mucho más difícil. El penal Sarita Colonia tiene capacidad para 572, pero hay 2.079. En Castro Castro hay 1.800 y tiene capacidad para 1.200. Son tan solo 600 personas más. Es ‘manejable’.

¿Le parece poco?
La población penal excedente es de 23.000 presos, no hay infraestructura diseñada para ellos. El nivel de sobrepoblación en Castro Castro es, digamos, ‘manejable’. Pero es una exageración decir que todo se prepara en las cárceles…

¿La posibilidad de rehabilitarse en una cárcel peruana no es nula?
Yo he trabajado 25 años con la Pastoral Carcelaria Católica y conozco muchísimos casos de rehabilitación. Hay posibilidades. La deficiente infraestructura es un caldo de cultivo para una socialización negativa, como Lurigancho. Piedras Gordas II puede albergar a 2.300 presos. Son cuatro minipenales. Dentro de cada uno hay dos pabellones y estos tienen dos alas, cada una con dos pisos. En el peor de los casos el reo se socializa, cumple su condena con 60 a 70 personas. Si se hace una buena clasificación penitenciaria y se mantiene, la rehabilitación funciona. En Lurigancho puedes hacer la mejor clasificación, pero los presos se agrupan por barrio. El pabellón 1 es de los ‘árabes’…

¿Cómo puede seguir habiendo todo tipo de regímenes administrativos…?
Diez penales están a cargo de la Policía Nacional externa e internamente. El único grande es Lurigancho, los demás son pequeños. A cargo del INPE, interno y externo, hay 25 penales. Y los mixtos son 31, la PNP está en los alrededores y el INPE en el interior. En 1987 se crea el INPE, pero no estaba en la capacidad de asumir todos los penales. La policía participa por emergencia. Castro Castro estuvo a cargo de la policía y ahora el INPE tiene el manejo interno. Cuando el instituto tiene personal para asumir un penal, lo hace.

¿Es un problema presupuestal?
Sí. La policía quiere salir de los penales y el INPE dirigirlos, pero no se puede. No hay personal porque no hay dinero…

Un círculo realmente vicioso…
Le doy un dato para que se termine de escalofriar: tenemos 23.000 presos de exceso en el sistema penitenciario. Para que el INPE funcione, requeriríamos 3.000 empleados más. ¿Sabe cuántos adicionales tendremos el próximo año?

¿Cuántos?Ninguno. En el papel figuran 500, pero estos ya entraron a trabajar desde junio. Pero este año tendremos 6.000 presos más. Se termina la remodelación del penal de Tarapoto, de Yurimaguas, y el Tarapacá, en Chorrillos, pero igual estaremos desbordados. Además, en lo que va de este gobierno ha aumentado en 2.000 presos la población penitenciaria.

¿Se están aplicando más penas con cárcel?
Y está aumentando la delincuencia. Es un fenómeno latinoamericano. La única política criminal que tenemos es más penas y menos beneficios. No me parece adecuado, tiene que haber más prevención y más tratamiento. Con esa política tendremos más presos por más tiempo.

Y más escuelas del delito…
Exactamente. El penal de Huaral tiene una capacidad para 823 internos y hay 2.720. Cañete es para 759 presos y hay 2.830. Esto porque se ha pasado internos de Lurigancho, donde no ingresa uno más. El penal de Picsi es para 1.143 y hay 1.581. El de Trujillo se construyó para 1.134 internos y hay 2.009. En los dos últimos el problema no es tanto la sobrepoblación, sino el delito desde la cárcel. Por eso hemos ‘lanchado’ [transferir en jerga delictiva, viene de la época del Frontón, cuando se les trasladaba en lancha] y ‘raqueteado’ [hacer requisas]. No podemos hacerlas en todos los pabellones, pero ya es una señal…

¿Continúa la penosa realidad de que la mayoría de presos no tiene sentencia?
El 60% está sin sentencia y 40% tiene condena. En Arequipa es al revés y su penal no tiene gran hacinamiento. En general, en la sierra no hay tanto hacinamiento en las cárceles. La costa es más problemática.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuantos violadores hay por penal?
Pena de muerte para todos esos desgraciados que marcan a nuestros niños para toda la vida, truncan sus sueños y roban su inocencia, al menos así habrían menos reclusos, y que el poder judicial en vez de hacer tantas huelgas avance con las sentencias de una vez.
2000 presos mas en 100 dias de gobierno de nuestro flamante presidente, así como terminaremos...! Que Dios nos ampare

Anónimo dijo...

Cuanta razón, la pena de muerte para violadores debería de ser aprobada, y que no vengan con que los derechos humanos, donde se aplica eso cuando
violan a nuestros hijos y los matan y aun estando presos desde adentro planean y llevan acabo secuestros y asesinatos
en otros países como EEUU a los presos los mandan hacer trabajos como carreteras, sanjas, cultivos etc, etc, en vez de que vivan sin hacer nada y estén en el penal viviendo del estado que al menos se ganen sus alimentos. Yo he visto reportajes y los malditos viven como reyes, tienen tv, dvd, hasta congeladoras y a ellos no les llega el recibo de edelnor, donde estamos señores.